
La salud de una comunidad
Exalumna y Ford Scholar, Analicia Nicholson, de la generación de ‘01, regresa a casa a “escuchar, aprender y dirigir”
Analicia Nicholson acaba de iniciar el trabajo más grande que ha tenido jamás: ella es la nueva superintendente del Distrito de Servicios Educativos Douglas. En una reciente llamada por Zoom, compartió sus esperanzas, miedos y todo lo desconocido de este puesto — y de alguna forma, a pesar de la inestable conexión de Internet, transmitió una claridad completa. Una sensación de calma en la tormenta de cambios. Una sensación de fe en la comunidad a la que estará sirviendo.
Al final de cuentas, es su propia comunidad.
Nicholson creció aquí, en el sur de Oregon, ganó una importante beca de The Ford Family Foundation, y se fue a completar sus dos grados universitarios y a expandir sus horizontes más allá de lo que ella misma esperaba.
Luego, como muchas otras personas que aman esta área rural del estado, regresó a casa.
“Condado de Douglas es una comunidad muy resiliente”, dijo. Dice estas palabras con cuidado, con precisión, como queriendo que las personas realmente entiendan. Hay cariño en su voz.
“Especialmente durante la pandemia, las cosas cambiaron rápidamente. Pero nuestro lema en Douglas ESD es ‘Escucha, aprende, dirige’, y eso es lo que hicimos con todos nuestros vecinos y con sus hijos. La resiliencia de nuestros maestros y de nuestra comunidad para determinar cómo dar servicio a nuestros estudiantes durante la pandemia fue impresionante”.
Reconfigurar el sistema educativo durante COVID-19 fue solo uno de los retos que ella enfrentó en su puesto previo como superintendente asistente, en el que dio servicio a estudiantes de K‑12 en todos los 13 distritos escolares de la región y asistió a los 300 miembros del personal de Douglas ESD. También conectó a las escuelas con los socios comunitarios correctos, encontró formas creativas de involucrar a los padres y responder preguntas. Muchas preguntas.
En esta línea de trabajo, las preguntas venían de todas las direcciones: maestros, padres de familia, personal, negocios locales, funcionarios gubernamentales, y del resto de las personas. A menudo tienen que ver con varias leyes estatales, las mejores prácticas educativas, y dónde encontrar los recursos correctos. A menudo son urgentes.
En ocasiones es inspirador ver a todas estas partes unirse en un sistema de trabajo — como un ecosistema, dice Nicholson. En ocasiones es un desafío.
Su energía por el trabajo en la educación proviene de un compromiso de por vida con la salud, que dice que empezó cuando ella era una pequeña en un rancho de Glide.
La salud se origina en la vida rural
“Creciendo en un rancho con animales, yo era siempre la que estaba rescatando a los que necesitaban ayuda o cuidado”, recuerda Nicholson con una sonrisa. De muchas formas, es una representante perfecta para los estudiantes rurales inquisitivos y con empatía en su comunidad. “Siempre he tenido una pasión por la salud”.
“Mi prioridad es mantener a los niños en el centro de la conversación — asegurando que tengan un sentido de pertenencia, que experimenten el éxito”.
Para cuando estaba en la preparatoria ella sabía que no estaba interesada en ser una doctora u otro tipo de profesional de salud, pero no estaba segura dónde esto la dejaba. Cuando se fue a la universidad, exploró un rango de diferentes clases para encontrar su camino. “Me tropecé con la salud pública y de pronto todo tuvo sentido”, dice.
Ella enfatiza el valor de la salud preventiva, y la forma en que el estado mental aplica a estudiantes jóvenes, especialmente en las comunidades rurales. Esta idea central la ayudó a ver que la educación podría ser una opción ideal para ella — un sitio excelente para transmitir sus intereses en la salud. Construir activos y resiliencia en niños pequeños es la clave para su éxito en la escuela y a lo largo de su vida.
“Mi prioridad es mantener a los niños en el centro de la conversación — asegurando que tengan un sentido de pertenencia, que experimenten el éxito”. Cuando esto ocurre, tienen vidas más saludables a nivel intelectual, emocional y físico”.
Nicholson completó su licenciatura en la Universidad Estatal de Oregon en educación y promoción de la salud pública, y le da crédito a su compañera de cuarto por hablarle de este campo. Fue una experiencia de transformación ser llevada a clases de antropología que le mostraron una nueva forma de ver las culturas y las comunidades, y las clases de psicología que le permitieron ver dentro de su propia cabeza.
“Ir a OSU me dio la libertad de ser yo misma y de desarrollar mis fortalezas y mis pasiones”, dice. “Desarrollé una visión más amplia del mundo. Ahora he regresado a la misma comunidad en la que crecí, y siento que tengo el equilibrio de conocer este lugar al mismo tiempo en que traigo un sentido de perspectiva”.
“Ahora he regresado a la misma comunidad en la que crecí, y siento que tengo el equilibrio de conocer este lugar al mismo tiempo en que traigo un sentido de perspectiva”.
Después de OSU, asistió a la Universidad de Willamette, en donde obtuvo una maestría en educación y enseñanza secundaria. Ella está agradecida de no haber tenido que salir de OSU con mucha deuda estudiantil, ya que eso le permitió asistir al programa de maestría que era la mejor opción para ella.
Todo esto fue puesto en movimiento debido a su beca de The Ford Family Foundation.
Ford Scholars se conecta y dirigen
Como muchos estudiantes de Oregon, a lo largo de su crecimiento Nicholson sabía generalmente lo que era la Fundación y que estaba ofreciendo becas. Ella piensa que su consejero en la preparatoria es quien le presentó el programa y la motivó a hacer la solicitud. Los consejeros tienen un rol muy importante en el éxito de sus estudiantes después de la preparatoria.

Luego de pasar por la extensa orientación y conferencia de programación para las personas nuevas — que sigue siendo una parte fundamental de la experiencia para los Ford Scholars hasta el día de hoy — ella supo que esto la cambiaría para siempre.
“Los organizadores querían que sintiéramos lo que es ser un CEO, porque creían que tenían un grupo de futuros líderes. Esta fue la primera vez que pensé ‘Oh, ¿yo puedo ser uno de ellos?’”
Desde la conferencia inicial y en adelante, los Ford Scholars son motivados a regresar a la Fundación, utilizar sus recursos humanos y de conocimiento, y recordar que nunca estarán solos mientras diseñan sus caminos educativos y profesionales.
“Esa experiencia y tener a alguien que envía ese mensaje, me dio la confianza de encabezar mi propio trayecto”.
Los estudiantes de Oregon y del Condado de Siskiyou en California son motivados a soñar en grande y a seguir las huellas de líderes como Analicia. Las solicitudes se abren el 1.o de noviembre. La información está disponible en TFFF.org/Scholarships.