
Tejer Comunidad
Para el artista de Eugene, Jovencio de la Paz, tejer es más que un medio para el arte. Es una manualidad antigua con un lugar importante en la historia de la civilización. Es un lugar de experiencias compartidas, para tener conversaciones importantes. Y es una actividad que construye comunidad con personas de orígenes diversos.
“Tejer es muy diferente a otras formas de arte, en la que el cuarto es un taller enorme”, dice De la Paz, profesor asistente de arte y jefe curricular de Fibras en la Universidad de Oregon. “Inevitablemente, cuando uno pasa cientos de horas juntos en un espacio como ese, se comparten historias. Hay una posibilidad de intimidad y de contar historias, algo que no pasa de forma suficiente entre individuos diversos—política, económica y racialmente”.
De la Paz recientemente recibió una beca USA Fellowship de United States Artists, otorgada en 2022 a 63 pensadores y creadores en todo el país. El prestigioso premio viene con una subvención sin restricciones de $50,000 que reconoce a los artistas por sus contribuciones en el campo. Esta beca está respaldada por The Ford Family Foundation, en reconocimiento del importante papel que juegan las artes en nuestro estado y en honor al legado de la fundadora Hallie Ford.
Conexión entre el tejido y la tecnología
El camino que De la Paz tomó para encontrar esta pasión, no fue tan recto como las tramas de hilo en los telares. “Yo pensaba que iba a ser pintor”, explica De la Paz. “Estuve en un programa de arte en Chicago pero encontré que las conversaciones principales sobre identidad, raza, género, no estaban ocurriendo tanto en la pintura”.
De la Paz encontró las conversaciones que estaba buscando en el tejido. “Con los textiles puedo hablar sobre mi propia identidad, y es un lugar que respalda las conversaciones sobre trabajo, género, raza”.
Esas conversaciones tenían sus raíces en la rica historia del tejido. Por ejemplo, el tinte índigo, con sus orígenes en África, es una parte integral de la historia de la colonización y la esclavitud en Estados Unidos.

Conforme De la Paz aprendió las habilidades técnicas de tejer, coser y trabajar con tinturas, se interesó mucho en las historias y cuentos (la comunidad) detrás de estos procesos. “Tejer es una forma muy antigua de trabajar”, dice. “Toca muchas sociedades, muchas narrativas y muchos hilos históricos de investigación a seguir”.
Uno de esos hilos históricos tiene que ver con las computadoras. El telar Jacquard del siglo XVII fue la primera máquina en operar usando tarjetas perforadas, igual que las primeras computadoras IBM. Investigar las historias cruzadas del tejido y las computadoras modernas llevó a De la Paz a su proyecto actual, escribir software que genera diseños para un telar digital. De la Paz es tanto un artista textil como un ingeniero en computadoras, un autocalificado “nerd supremo”.
La búsqueda para un terreno común
La fundadora Hallie Ford reconoció el importante rol visual que las artes juegan para respaldar el bienestar de la comunidad. El Programa de Artes Visuales tiene la intención de mejorar muchas dimensiones de la amplia ecología de artes visuales de Oregon, lo que incluye apoyos para los artistas visuales más prometedores del estado. En Oregon y en el Condado de Siskiyou, California, las narrativas de la comunidad evolucionan reconociendo la importancia de voces diversas que le dan forma al pensamiento y al liderazgo. Por ejemplo, los artistas que asisten a los talleres de De la Paz en el campus de la Universidad de Oregon y en todo el país, son muy diversos, proviniendo de diferentes orígenes económicos y sociales. Algunos son jóvenes; algunos son viejos. Algunos son habilidosos artistas textiles y algunos se aventuran en las artes textiles por primera vez.

“A través de mi trabajo como maestro, tengo esta increíble oportunidad de ver la forma en que una artesanía, como el tejido, es algo tan importante para las personas de diferentes orígenes”, dice De la Paz.
Escuchar a De la Paz hablar de la comunidad que sus talleres y arte inspiran, es acercarse al futuro diverso e interconectado de nuestra región.
“Tejer es una situación rara en la que personas de varias generaciones y provenientes de todo tipo de realidades, pueden coexistir juntas alrededor de algo”, explica. “Algo sobre el trabajo comunal de hacer arte... las personas buscan un lugar de encuentro y no se dan cuenta hasta que lo ponen en un taller”.
Acompáñanos a crear más espacios de puntos de encuentro a través de la educación la construcción de comunidad y, claro, las artes visuales. Obtén más información sobre la práctica creativa de De la Paz y en el Programa de Artes Visuales de la Fundación.