
El regreso a clases en las Escuelas Públicas de Roseburg
Educadores rurales aprovechan de las oportunidades de conexíon entre estudiantes durante el verano
El año pasado, Jayden Asumendi pasó la mayor parte del año escolar lejos de sus compañeros, haciendo sus tareas escolares en su casa, en la zona de Roseburg. Al igual que a sus compañeros, a Jayden se le hizo difícil el nuevo ambiente de aprendizaje y estaba deseoso de volver a la escuela. Y eso fue lo que hizo este verano.
Jayden fue uno de los 1,500 estudiantes aproximadamente en uno de los tres programas escolares de verano que se ofrecieron a través del Distrito Escolar de Roseburg: enriquecimiento de verano, año escolar prolongado y recuperación de créditos. Jayden, quien había perdido unos cuantos créditos debido al dificultoso aprendizaje en línea, asistió a la escuela de verano para nivelarse antes de entrar a su penúltimo año (junior) en la Escuela Secundaria de Roseburg, pero no fue una decisión difícil.
“Me mantiene en el rumbo; tener a alguien presente me ayuda a concentrarme”, afirma. “El año pasado fue difícil. Me gusta hacer preguntas. Era difícil tener esa interacción”.
Las oportunidades de aprendizaje ampliadas que se ofrecieron en el verano de 2021 ayudaron a los estudiantes de las zonas rurales de Oregon a obtener los créditos académicos que necesitan para graduarse en cuatro años y a reconectarse con el aprendizaje en el entorno escolar.
La Legislatura de Oregon asignó más de US$270 millones en ayuda federal de recuperación a los programas de verano. “Muchos de los estudiantes no asistieron a la escuela por motivos diversos”, acota Jared Cordon, superintendente de las Escuela Públicas de Roseburg. “El COVID-19 puso grandes trabas en su vida familiar. Algunos chicos empezaron a trabajar para ayudar a sus familias a pagar la renta, pero (ahora) muchos chicos están recibiendo lo que necesitan. Están haciendo de todo: desde decoración de galletas hasta microbiología. Algunos chicos necesitan de una mayor conexión porque el año fue muy difícil”.
El último año y medio presentó un sinnúmero de dificultades para maestros, administradores, padres y estudiantes. Si bien el efecto a largo plazo en los estudiantes de zonas rurales no se sabrá por algún tiempo, la Directora de la Escuela Secundaria de Roseburg, Jill Weber, sabe que la escuela tendrá un aspecto diferente inmediatamente.
“Creo que la definición de ‘listos para aprender’ o ‘listos para el grado siguiente’ tiene que cambiar”, opina Weber. “Todos hemos atravesado por algo sumamente duro. ‘Listos’ tiene que cobrar otro significado para mí, para los maestros y para los estudiantes. Estamos listos para brindar nuestros servicios a los chicos desde el punto de vista social, emocional y académico. Nuestro enfoque durante la escuela de verano es seguir concentrándonos en las relaciones y seguir ayudando a los estudiantes a aprender. En diversos sentidos, la escuela secundaria se siente como más pequeña y los chicos lo sienten. Esto les brinda la oportunidad de reconectarse”.
Algunos educadores de las zonas rurales están tomando esto como una oportunidad. Cordon dice que la pandemia fue el catalizador que el distrito de Roseburg necesitaba para realizar, en cuestión de meses, cambios que se habían conversado durante años. Algunos de los cambios permanecerán, como permitir que los estudiantes opten por aprender a distancia para satisfacer necesidades individuales. Alrededor de 300 estudiantes del distrito de Roseburg asistirán a la escuela totalmente en línea. También se cambiará el número de libros en las aulas y el flujo de los cursos de ciencias.
Jayden es uno de una decena de estudiantes aproximadamente que se sentaron en el aula de recuperación general de créditos de James Earley cinco días a la semana durante seis semanas. Las clases son a ritmo individual y el progreso de cada estudiante depende de su motivación. “Los chicos guardan silencio y están muy concentrados", dice Earley. "En seis semanas, la mayoría de los chicos obtendrá medio crédito. Los más motivados obtendrán un crédito completo."
Algunos maestros aprovecharon la escuela de verano para enseñar algo fuera de su programa de estudios acostumbrado. Diane Parker, que por lo general enseña inglés, estudios sociales y liderazgo en la Escuela Media Jo Lane, empleó fondos para el enriquecimiento de verano para dar clases de guitarra. “Estoy aquí porque quiero”, dice Parker a los 13 estudiantes de su clase de grados combinados. “Yo estoy aquí porque quiero pasarla bien”, respondió un estudiante de inmediato.
Parker considera que el programa de verano es una buena transición para los chicos. “Se trata de hacer que los chicos regresen a la escuela y sientan que las cosas han vuelto a la normalidad”, afirma.