
Sabiduría a través de generaciones
Comunidad y responsibilidad en los condados de Union y Baker
En las pendientes occidentales del Bosque Nacional de Wallowa-Whitman, al este del risco que separa la carretera 203 de North Powder, cinco estudiantes y dos ganaderos locales planifican su trabajo matutino.
Maurizio Valerio, coordinador de campo para el Ford Institute for Community Building, ganadero y finalista del premio “Oregon Tree Farmer of the Year”, dirige el grupo mientras determinan cuál es la mejor forma de construir una nueva cerca que no afecte a la vida silvestre a lo largo de la carretera para reemplazar la vieja cerca con alambre de púas. Es el final de la mañana del día en el que iniciará la ola de calor extremo a principios del verano de 2021, y el noroeste del Pacífico se está preparando para las temperaturas por encima de los 100 grados Fahrenheit. Un grupo de cinco promotores comunitarios jóvenes ya empezó a trabajar para mover pilas de troncos de pino contorta al borde de la carretera. El grupo trabaja en equipo para levantar cada uno mientras Maurizio jala el remolque y su hijo Marco coloca conos de seguridad.
Los postes de madera recuperada de alerce que se encuentran en la propiedad tienen más de 100 años. Los estudiantes balancean cuidadosamente cada uno sobre el terreno irregular y levantan hábilmente el tronco de pino a la altura y ángulo correctos. Maurizio los asegura con un taladro de impacto. Marco observa la línea de la cerca para medir la distancia y el ángulo. El grupo da un paso atrás para examinar su trabajo y terminan parados dentro de la zanja paralela a la carretera.
“¿Se ve nivelado? ¿Cómo lo ven?”, pregunta Maurizio. Los estudiantes inclinan la cabeza y consideran las preguntas.
“Creo que necesita subir un poco”.
“¿Creo que está bien?”
“¡Ah! ¡Tengo una aplicación en mi teléfono!”, se da cuenta Brooke. Brooke Allen se graduó hace poco de la preparatoria North Powder High School y tiene planes de ir a la universidad Brigham Young University-Hawaii en el otoño.

Todos se juntan alrededor del teléfono de Brooke para ver los resultados de la aplicación que funciona como un nivel. ¡Está muy cerca! Lecciones como estas les enseñan a los estudiantes a moverse despacio, a evaluar su trabajo conforme avanzan y a confiar en su criterio, pero también a verificarlo por si acaso. La combinación de matemáticas, camaradería, trabajo físico, el pintoresco paisaje y la música country de los años noventa que suena en una bocina Bluetooth portátil mantiene al equipo involucrado y entusiasmado por ver el progreso a lo largo de la cerca.
“El aprendizaje ocurre en ambos sentidos”: trabajo entre las generaciones
Más tarde, mientras almuerzan sentados bajo la sombra, el grupo platica sobre su experiencia de pasantía de verano hasta el momento. Han transcurrido dos de las seis semanas del programa en el cual pasarán tiempo en cuatro ubicaciones diferentes, incluyendo terrenos públicos y privados. Es una combinación de trabajo duro y una empinada curva de aprendizaje, incluso para los estudiantes cuyas familias son dueñas de granjas o que han trabajado aventando heno en el verano. Seis estudiantes locales se inscribieron en este programa práctico de pasantía de verano pagado, dirigido por la Coalición de Recursos de Baker, en colaboración con múltiples residentes y organizaciones locales, incluidos Wallowa Resources, el Consejo de la Cuenca de Baker, el Distrito Escolar de Baker, el Servicio Forestal de Estados Unidos y dueños de bosques pequeños, granjeros y ganaderos locales.
En muchos sentidos, este programa y el trabajo del grupo reflejan un sentido de conservación, de la tierra, sí, pero, más importante, conservación de la comunidad. Los estudiantes tienen la oportunidad de aprender el porqué detrás de su trabajo. ¿Por qué debemos construir nuevas cercas? ¿Por qué los postes de madera recuperada son la mejor opción en este entorno? ¿Por qué está este trabajo conectado con la vitalidad económica futura de la región? Este aprendizaje y transferencia de conocimientos intergeneracional genera un ciclo de mejora continua que crea las condiciones necesarias para el éxito comunitario a largo plazo. Kiana Bingham, una recién graduada de la preparatoria North Powder High School, comparte su perspectiva: “Esta pasantía y ser una buena guardiana quiere decir enorgullecernos, hacernos responsables por nuestro mundo y nuestra comunidad o recursos”.
“Y creo que siempre debemos aprender de nuestro trabajo”, añade Benjen Lilly, un licenciado en Sistemas Rurales Sostenibles de la Universidad del Este de Oregon. El grupo está de acuerdo. Jordan Mills, un estudiante del penúltimo año de la preparatoria Baker High School, comparte su opinión. “Las diferentes perspectivas ayudan mucho. Maurizio ha estado involucrado en esto durante muchos años y tiene muchos conocimientos, lo cual es algo muy útil. Pero también, nosotros los más jóvenes, a veces pensamos en algo de una forma completamente diferente que a él no se le hubiera ocurrido. Así que yo diría que acercarse a algo con una mirada nueva podría ayudar”.
“Sí”, añade Kiana. “Me gusta la forma en que Maurizio y Marco siempre nos piden nuestra opinión y nuestras ideas”. Halagado e impresionado por su conversación, Maurizio se recarga sobre el respaldo de la silla y reflexiona con el grupo.
“El aprendizaje siempre ocurre en ambos sentidos”, explica mientras Marco, un profesor de historia de la preparatoria Baker High School, asiente con la cabeza. “Cada vez que necesitas explicar algo, esto te permite poner las cosas dentro de tu propio contexto y el de otros, y forja tu propio aprendizaje de una forma muy agradable. Además, no puedes mejorar cosas que no conoces, como las aplicaciones en los teléfonos”.
Razones para sentir optimismo en el Condado de Union
El Condado de Union se enfrenta a muchos de los desafíos que otros condados rurales experimentan en Oregon, con un desafío adicional debido a la distancia. Muchas áreas remotas del estado han visto un aumento en el turismo en las áreas recreativas populares al aire libre y, sin embargo, las necesidades básicas de los residentes promedio siguen sin satisfacerse.
Los pasantes sin embargo se enorgullecen de muchos aspectos de su comunidad, especialmente de las posibilidades al aire libre y de “poder ir a un lugar determinado y no ver edificios”. Sin embargo, expresan preocupación acerca de la infraestructura anticuada que los rodea. Antes de la pandemia del COVID-19, tan solo el 71 % de los residentes tenía acceso a la banda ancha. Si esto es un motivo de desaliento, no es detectable entre los estudiantes. En sus comunidades donde “todos conocen a todos” y “se valora el trabajo duro”, comparten un optimismo sobre lo que es posible. Como por ejemplo, iniciar la universidad en el otoño o terminar la nueva cerca de madera de pino contorta y alerce.
Maurizio reúne al equipo y todos toman un gran trago de sus botellas de agua. Se ponen en marcha sobre el camino maderero polvoriento hacia la carretera para prepararse para su sistema ya bien practicado de construcción de la cerca. Cada integrante del equipo asume una función: medir, levantar y calcular distancias mediante la observación. Benjen reconecta su teléfono a la bocina Bluetooth que cuelga de su cinturón y la lista de reproducción de música country de los años noventa empieza a sonar una vez más. El pasto de los prados se mece con el viento que empieza a soplar y aparecen nubes que cubren el caluroso sol. Se escucha la canción “Should’ve Been a Cowboy” de Toby Keith y todos conocen la letra.